Se está hablando mucho sobre la venida de la cuarta ola, siendo no pocos los profesionales de todo tipo que insisten en que será la ola de los problemas mentales.

Es complicado separar -si no imposible- las afectaciones físicas de las psicológicas, ya que ambas suceden de manera simultánea y genera reciprocidad entre ellas.

Parece que lo vivido hasta ahora durante la pandemia no ha tenido un coste emocional, como si este apartado de cada ser humano estuviera esperando a que la pandemia se resolviera para reclamar su protagonismo.

• La realidad… es que todos venimos sufriendo emocionalmente desde el 14 de marzo del 2020, algunos más, algunos menos, pero todos estamos afectados.

• La realidad… es que el coste psicológico de este tiempo de pandemia se alargará más allá del fin de las mascarillas.

• La realidad… es que, junto a los contagios, también hay verdades socioeconómicas que igualmente son causa de malestar psicológico. 

¡No todo es el bicho!