Es casi imposible tener siempre conductas proporcionadas, mesuradas y acordes con el entorno.
Sí, sería lo ideal, pero ni siempre estamos en las mismas condiciones, ni siempre el contexto favorece la aparición de ese necesario autocontrol.
También es verdad, que hay personas que justamente tienen la frecuencia contraria, es decir, que lo habitual es que se disparen con cierta facilidad.
ESTOY PENSANDO que cada cual debería ser muy consciente en qué ambientes y bajo que circunstancias personales le cuesta más mantenerse en un estado estable y armónico, tanto consigo mismo como con los demás.
No hacer este análisis y dejarse llevar, casi asegura tener conflictos con nuestros allegados, que no siempre se podrán aliviar con un “lo siento mucho, me he equivocado y no volverá a ocurrir”.
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Psicólogo Clínico y del Deporte // Col. AN-2.45